El Nuevo Herald

ARTES Y LETRAS
OCTUBRE 7, 2015 ‘Los mellizos de Nápoles’, el ocaso de un Imperio y el nacimiento de una nación
La novela comienza con la partida de Francisco de Paula Sanz y su hermana gemela, María Antonia Josefa, desde su Nápoles natal hacia Barcelona

La novela comienza con la partida de Francisco de Paula Sanz y su hermana gemela, María Antonia Josefa, desde su Nápoles natal hacia Barcelona

MANUEL C. DÍAZ Especial/el Nuevo Herald
Las novelas históricas, como género narrativo, son de larga data. Grandes escritores encontraron en ellas, cuando aún no había sido acuñado el término, el camino hacia la inmortalidad literaria. La lista es extensa y prestigiosa: Walter Scott, uno de sus precursores, con Ivanhoe; Victor Hugo, quien ambientó una de las épocas más convulsa de la historia de Francia en su novela Los miserables; Leon Tolstoi, con su obra cumbre Guerra y paz, enmarcada en el período de las guerras napoleónicas; y Benito Pérez Galdós, con las 46 novelas de sus Episodios nacionales, en las que recorrió la historia de España desde 1805 hasta 1880.

Han pasado más de dos siglos desde que apareciesen las primeras y todavía, a pesar del tiempo transcurrido, se siguen escribiendo. Pienso en las novelas El nombre de la rosa, de Umberto Eco; El Código Da Vinci, de Dan Brown; El paraíso en la otra esquina, de Mario Vargas Llosa; y Tiempo de canallas, de Carlos Alberto Montaner, por sólo citar las más conocidas. Y pienso también en las que han escrito nuestros autores locales, como Los mellizos de Nápoles (Plural Editores, 2014), de la escritora boliviana Gabriela Ovando d’Avis, cuya trama recrea vívidamente los primeros años del reinado de Carlos III y los del Virreinato del Río de la Plata.

Los mellizos de Nápoles comienza con la partida de Francisco de Paula Sanz y su hermana gemela, María Antonia Josefa, desde su Nápoles natal hacia Barcelona, acompañando como parte de su corte al futuro rey Carlos III, quien viajaba a España a ocupar el trono dejado vacante por la muerte sin descendencia de su medio hermano Fernando VI: “Desde la cubierta del Triunfantecontemplamos en silencio la silueta de Nápoles, alzada sobre los acantilados en los que se estrellan las olas, sobria y resguardada por sus montes de escombros y bloques de travertino”. Y sigue con el nombramiento de Francisco como director de la Renta del Tabaco y Naipes del Virreinato de la Plata (después llegaría a ser Superintendente General de Buenos Aires) y el viaje que lo insertaría para siempre en la historia: “La mañana límpida despidió a las fragatas Carmen y Aurora en el puerto de Cádiz, deslizándolas con buen aire hacia Montevideo”.

Y es ahí donde realmente comienza la novela. Estructurada en varios planos de narración, Los mellizos de Nápoles utiliza puntos de vista diferentes. Algunos capítulos, los que proporcionan todo el contexto histórico, están escritos en tercera persona omnisciente; otros, los que le otorgan al relato el tono íntimo de los detalles de carácter personal, están narrados en primera persona a través de las voces de María Josefa y de su nieta Camila de San Bruno. Y entre una y otra, la voz del mismo Francisco que aparece reflejada en los intercalados fragmentos de su diario. Es esta trilogía narrativa la que permite que la trama avance, alternando las secuencias testimoniales con las históricas, hacia un final que cierra (“en unos páramos que preservarán nuestros huesos y borrarán nuestros nombres”) con un esclarecedor epílogo.

Los mellizos de Nápoles es una novela escrita con la minuciosidad de los textos académicos y con la fluidez y belleza narrativa de la gran literatura que cuenta, no sólo la historia de una familia, sino también el ocaso de un imperio y el nacimiento de una nación. Una estupenda novela. No hay otra manera de decirlo.

Gabriela Ovando d’Avis, escritora y periodista, nació en Cochabamba, Bolivia. Ha vivido en diferentes países y reside actualmente en Fort Lauderdale. Se doctoró en Estudios Comparativos en la Florida Atlantic University. Dirigió el semanario Mujer del diario Los Tiempos y fue columnista de las páginas de Opiniones y Perspectiva de el Nuevo Heraldentre 1994 y 2005. Ha escrito varios libros de ensayos, entre ellos Atisbos, El retorno delhéroe y A grandes males, grandes reformadores, y también la novela histórica Al rumor de las cigüeñas.

manuelcdiaz@comcast.net